El eczema puso fin a la educación de sus sueños


Cuando Emma se registró para el proyecto Help my Skin, fue un grito de ayuda. El eccema severo en sus manos y brazos significaba que no pudo completar la educación de sus sueños para convertirse en panadera porque su piel dañada no podía tolerar el frecuente lavado de manos en la panadería.
En ese momento Emma tenía 20 años y la piel seca y agrietada de sus manos se sentía tan tensa que era difícil estirar y doblar los dedos. En el proyecto Help my Skin, Emma conoció a la experta en piel de Beauté Pacifique, Gitte, quien escaneó la piel de Emma y compiló un programa de cuidado de la piel que devolvería el equilibrio a la piel de Emma para que la piel de Emma ya no la limitara en la vida diaria.
Mira aquí cómo fue todo.
“Va muy bien. Siento como si tuviera una piel nueva. No he tenido cutículas en un año; ahora han vuelto”.
Emma, 30 días en el proyecto Help my Skin